“MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA”
Para aquellos que decidimos dedicarnos a la docencia es imprescindible pensar como docente y sentirse docente las dos cosas al mismo tiempo. Lo anterior es válido para cualquiera que sea la actividad a la que nos dediquemos si deseamos hacerlo bien, sin embargo como profesor este sentimiento y este pensamiento resulta fundamental ya que nuestro trabajo es directo con seres humanos que sienten y que piensan. A diario por lo menos durante todo un semestre, tenemos contacto con ellos y la atmósfera de respeto y convivencia que logremos en cada uno de nuestros grupos resulta fundamental para que nos desempeñemos con agrado y nuestros alumnos se sientan atendidos, tomados en cuenta y logren el aprendizaje esperado, entonces debemos pensar y sentirnos maestros, despertar la curiosidad en los estudiantes, descubrir sus temores, experimentar nuevas técnicas, renovar aquellas que no han sido útiles, renovar mis ideas sobre lo que es relevante, mejorar la forma de comunicarme con ellos, identificar los mejores canales de comunicación entre nosotros, en fin aprender juntos.
Renovarme para mí, significa que sigo vivo, que cada día tengo que enfrentar nuevos desafíos, nuevos retos, nuevos alumnos, afortunadamente a pesar de que durante todo este tiempo a lo largo de 29 años he impartido las asignaturas de matemáticas, también he incursionado en asignaturas como física, dibujo y computación y nunca he repetido al 100 % ninguno de mis cursos, siempre ando en busca de nuevos ejemplos, nuevos ejercicios, nueva bibliografía, estoy conciente como dice un dicho “que el que mucho abarca poco aprieta”, por ello tampoco soy “todólogo”, mi inclinación por la enseñanza de las matemáticas y mi constante actualización en ese campo me han hecho incursionar en el campo de la computación, por ello actualmente y por necesidades del plantel donde laboro también imparto TIC (Uso de las Tecnologías de Información y Comunicación) , sin embargo mi mejor desempeño lo considero en el área de matemáticas.
Debo reconocer que la docencia me ha obligado de alguna manera a esforzarme por aprender más que mis alumnos, y en los primeros años de mi labor docente tomé varios cursos de actualización en matemáticas, el temor de los alumnos hacia esta materia me hizo girar mi formación como docente hacia la didáctica de las matemáticas y entonces vislumbré la necesidad de buscar cursos sobre la enseñanza de esta ciencia y hasta la fecha no he dejado de hacerlo. Disfruto mucho las caras de sorpresa cuando algunos de mis alumnos descubren por ejemplo que “la derivada de una función es cosa sencilla”, porque así lo han externado en ocasiones, o frases como “no es tan difícil como pensaba”, me hacen sentirme útil y motivan mi trabajo día con día, sin embargo esas frases y esas caras de sorpresa no son la mayoría en cada grupo, lo cual me ha llevado a reflexionar y a repensar cada clase y como ya señalé ninguno de mis cursos es igual que el anterior.
La identidad con la profesión tal y como lo señala el autor me parece que no aplica a nuestro entorno ya que él menciona que los maestros de primaria tienen un problema de idealización, que “han aprendido contenidos de enseñanza, pero no saben organizar una clase”, afirmación con lo que no estoy de acuerdo, ya que en nuestro país resulta al contrario, pues son ellos los maestros de primaria y de secundaria –en nuestro país– quienes se preparan para enseñar y son en contenidos de enseñanza donde presentan dificultades. Ellos considero que se encuentran, si no perfectamente bien preparados, al menos mejor preparados que nosotros en la parte de enseñanza y saben perfectamente organizar su clase y controlar y organizar su grupos, son los contenidos de lo que enseñan en los que presentan algunas deficiencias y una prueba de ello, son los resultados recientes que obtuvieron aquellos maestros que concursaron por una plaza. También es necesario señalar que en los años recientes los docentes de secundaria al menos en el D.F. se han acercado a
Cuando el autor se refiere a la educación secundaria hay que mencionar que en España le E.S.O. Educación Secundaria Obligatoria, consta de 4 años y después se estudia el bachillerato, sin embargo tiene muchas similitudes con nosotros en el nivel bachillerato, la mayoría de nosotros como ya mencionamos estudiamos una carrera que en principio nada tiene que ver con enseñar en una escuela, y ha sido a través de los años que hemos adquirido la experiencia de qué preguntar, cómo hacerlo, usar los canales de comunicación adecuados, etc.
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